19 de octubre. El Sur de Acapulco.

Arranca Ola Nueva tres talleres de artes escénicas con apenas siete asistentes
Karla Galarce Sosa


Como parte de las actividades académicas que se han programado en el Tercer Ciclo de lecturas dramatizadas Ola Nueva y con el objetivo de ser un espacio de intercambio artístico entre los dramaturgos jóvenes del país y los teatristas de Guerrero, ayer inició la primero de tres talleres relacionados con actividades escénicas y que es impartido por el dramaturgo y director teatral Fernando Martínez Monroy en la sala hornitos de la Dirección de Cultura.
Con apenas 7 asistentes, el taller comenzó en punto de las 9 de la mañana y concluirá hoy en la noche.

Entrevistado durante un receso de la actividad académica de Ola Nueva, Martìnez Monroy dijo que trabajo de un director de escena es que todo lo que pretenda comunicar, a través de su trabajo, sea interpretado correctamente.

El director de escena y dramaturgo sostuvo que un director de escena debe lograr que todos los involucrados en la puesta en escena, incluyendo los espectadores entiendan lo mismo.

El taller de iniciación en la dirección de escena, parte de la idea del lanzamiento de una serie de teorías en las que se debe comenzar con orden en el pensamiento y en las ideas.

Explicó que la dirección escénica, a diferencia de la literatura u otras artes, parte de la monosemia, es decir un mismo significado; y no de la polisemia, como las múltiples interpretaciones que se tienen de un solo objeto. “El trabajo de dirección es lograr que mis espectadores sientan lo mismo cuando yo lo estoy planteando”, especificó.

“Unificar el mensaje para que haya un significado tanto intelectual como emotivo”, dijo.

Aseguró que tal tarea es difícil de lograr por que no sólo se necesita del conocimiento de la materia teatral, la técnica, sino de la sensibilidad y del talento, por lo que consideró que cualquiera podría dirigir pero no todos podrían alcanzar el punto de conocimientos generales.

El también de profesor de teatro sostuvo que una de las mayores dificultades que ha observado en los estudiantes de dirección, a lo largo de su carrera, que lleva ya más de 20 años, reveló que es la imposición:
“El estudiante de dirección y de dramaturgia, tienen necesidad de revolucionar, pero lo que tiene que hacer un estudiante es conocer la técnica que es universal y su esencia”, sentenció.

Argumentó que como en cualquier actividad artística el teatro tiene reglas y que deben ser respetadas por quienes lo practican. “La principal dificultad de los estudiantes de teatro es su necesidad de imponerse y de ser originales. Se tiene la manía de crear, a partir de lo ya hecho”, abundó.

“El artista no trabaja por la innovación. El artista trabaja y luego innova por que no tiene más remedio que innovar, pero la originalidad es una consecuencia del buen hacer”, refirió.

Afirmó que para que haya innovación los directores deben partir de lo elemental, a lo general y, a partir del conocimiento de la técnica, se debe innovar.

“Uno debe tener amor por su profesión y una forma de profesarlo es el conocimiento”, externó.

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